Nuestro país esta envejecido y sigue envejeciendo de forma acelerada. Nuestra pirámide poblacional hace tiempo que está invertida, el escaso número de nacimientos no compensa el crecimiento de la población de más de 65 años. Este fenómeno no remitirá en los próximos años, al contrario. El número de personas mayores de 65 años no parará de crecer en las próximas décadas y por esto, nuestro país se enfrenta al gran reto de proporcionar servicios asistenciales a una franja de población frágil cada día más numerosa.
Durante el envejecimiento es necesaria una atención más concreta para superar las limitaciones que van apareciendo. Problemas de movilidad, cognitivos, afectivos, etc. son muchas las situaciones que pueden desencadenar en una atención deficitaria que afecte a la calidad de vida de nuestros mayores y como consecuencia del resto de la familia.
Por otro lado, también está muy marcada una clara tendencia de las personas mayores a prolongar lo máximo posible la estancia en su propio domicilio. La opción residencial no suele ser elegida como primera opción por la persona mayor si tiene la posibilidad de evitarla. A nuestros mayores no les gusta abandonar su hogar, el lugar donde han desarrollado toda su vida y guardan sus recuerdos.
Teniendo en cuenta estas circunstancias, la opción de los centros de día para mayores tienen claras ventajas. Gracias al centro de día, nuestros mayores pueden permanecer en su hogar y a la vez dispondrán de una asistencia profesionalizada. El centro de día es un entorno amigable donde pueden socializar con personas de su misma edad y situación, y es muy positivo para romper con la rutina y con la soledad tan nociva para nuestros mayores.
En Marca Vida potenciamos las relaciones personales de las personas mayores, y les proporcionamos una asistencia profesionales tanto asistencial como sanitaria. Mantenemos activos a nuestros mayores de forma que estimulamos su buena forma física y cognitiva.
El bienestar de las personas mayores depende en gran medida de las soluciones asistenciales que reciban. Su calidad de vida, su autonomía personal y felicidad, son atributos vitales que conviene preservar y potenciar. Por esto, los centros de día son una opción óptima y respetuosa con el claro deseo de prolongar la estancia en el hogar de cualquier persona.